En nuestro Centro Psicológico queremos darles a los padres todos los recursos posibles para hacer un excelente trabajo, estos recursos consisten principalmente en conocimientos para desempeñar la profesión más sagrada de la tierra, ser padre-ser madre; impartimos principios para la vida familiar que, si se aplican adecuadamente, traerán estabilidad, crecimiento y disfrute a toda la familia.
1. El Padre Sobornador
Sobornar es ofrecer dinero u objetos de valor a una persona para conseguir un favor o un beneficio. Si bien es cierto que este término se usa en las esferas sociales, se puede aplicar sin mucha dificultad en la crianza de los hijos.
Cuando un padre utiliza dádivas para ganar el control del comportamiento de sus hijos, es probable que no logre nada o si lo hace será un control temporal mientras dure el efecto de la dádiva o sólo durante la situación que están viviendo, sería una figura de pagar para que le obedezcan; no necesariamente dinero sino también favores, permisos, regalos, objetos, etc.
Es cierto que algunas veces se podría dar una recompensa en situaciones específicas, pero la recompensa es ‘por’ obedecer y no ‘para’ obedecer, sin embargo, la figura de la recompensa no siempre estará presente en toda situación en la que se obtenga obediencia.
2. El Padre Negociador
En una negociación están presentes dos partes, cada una con sus requerimientos y que no están dispuestos a dar concesiones a cambio de nada. Curiosamente, muchas veces en la familia se presenta este escenario, que traducido sería: una parte (el hijo) que quiere obtener un beneficio y la otra parte (el padre) que quiere hacerle un bien al otro.
Ejemplo: el hijo que no quiere hacer tareas por ver la televisión (beneficio) y el padre que quiere que el hijo estudie para que sea profesional (bien).
Comienza la lucha por la victoria, cada uno usa sus mejores recursos, el niño obviamente tiene como mayor recurso el NO y ante esta ‘poderosa’ barrera, algunos padres no tienen otro recurso que ceder y dar concesiones, aceptando menos del cien por ciento de obediencia.
Ejemplo: cuando el hijo le dice “ya, pero yo hago esta parte y tu haces esta otra, no haré todo”, el padre acepta para no generar mayor conflicto o por no esforzarse a encontrar otra salida.
3. El Padre Compasivo
La compasión es un sentimiento de tristeza producto de ver el padecimiento de alguien y que impulsa a aliviar su dolor o sufrimiento, a remediarlo o a evitarlo. Sin embargo, la compasión mal utilizada en la crianza de los hijos puede traer consecuencias negativas para ellos en la formación de su carácter y su propia autoestima, el mal uso de la compasión a veces puede ser cruel.
Un padre que usa mal la compasión es ser demasiado tolerante, se compadece fácilmente de su hijo cuando intenta obedecer triste o con una mala actitud, a tal punto de expresar frases compasivas como “Ya hijito está bien, yo lo haré”. Un padre o madre compasivo nunca enseñará obediencia.
4. El Padre Amenazador
Muchos padres habrán usado el popular ‘canto’: “a la una…, a las dos…, a las dos y media…”, a fin de que sus hijos obedezcan y están esperando que les hagan caso mientras los pequeños siguen jugando o viendo televisión, o los adolescentes acostados o entretenidos en la computadora, estos padres les están enseñando a sus hijos a desobedecer.
Estos padres ruegan, después amenazan, luego negocian, después pretenden castigar y finalmente ceden ante las negativas del hijo. Este tipo de paternaje o maternaje es la que más debilidad de los padres demuestra y el dominio del hijo se hace más evidente.
Entonces, ¿Cómo podemos mejorar o dejar de ser este tipo de padres o madres?
Es necesario advertir a los padres que, para no ser de ninguna de estas cuatro tipologías mencionadas, no se debe llegar a imponer nuestra autoridad con violencia verbal o física, no se trata de eso. Los padres tenemos que disponer de recursos adecuados basados en la buena relación y la buena comunicación con nuestros hijos.
Este tema es bastante amplio, este es sólo una primera parte y una breve descripción de los padres que enseñan desobediencia aún buscando la obediencia. La crianza de hijos no está basada en simples consejos o lecturas rápidas, se basa en la aplicación de diversos principios que enseñamos en nuestro Centro Psicológico y que ponemos a disposición de los padres y madres.
El tema de la obediencia es uno de los más importantes en la crianza de hijos. Por ello, recomendamos seguir las otras lecturas relacionadas que estaremos publicando en las siguientes semanas sobre la obediencia. Esto que acabamos de leer es un ladrillo de los muchos que hay en el muro que necesitas construir para formar a tus hijos con éxito y mejorar tu relación con ellos.
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