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Cómo ser un buen padre o una buena madre - Centro Psicológico De Padres a Hijos - Eduardo y Mary Montalván

¿Cómo ser un buen padre o una buena madre?

Muchas veces nos preguntamos si somos buenos padres, si estamos haciendo bien, si estamos enseñando a nuestros hijos las cosas correctas, con la forma o metodología correcta. Por ello, aquí encontrarás más de una respuesta a tus interrogantes sobre la forma de cómo estas educando y formando a tus hijos.

“Una gran responsabilidad trae consigo un gran poder” (no, no está al revés…)

Tener hijos es una gran responsabilidad, tal vez la más grande que una persona pueda tener. Tenemos bajo nuestra tutela y cuidado a una persona que estamos preparando para el mundo porque sabemos que algún día cuando él o ella sea mayor se irá de nuestro lado y formará también su propia familia, es el ciclo de la vida. Y cuando se vaya, ejercerá un poder sobre el mundo que reflejará lo que tú le has enseñado como padre y como madre.

¿Cómo puedo saber si soy un buen padre o una buena madre?

Lo que debemos preguntarnos -y que nos ayudará a entender la respuesta- es ¿qué es lo que debemos dar a nuestros hijos para que pueda lograr el éxito en todas las áreas de su vida? La respuesta a la pregunta formulada es: una completa provisión y existen cuatro niveles de relación entre un padre y su hijo a fin de que éste tenga la provisión necesaria:

a) La relación biológica

Se hace evidente desde la concepción en el vientre de la madre. Esta relación implica un aspecto legal de reconocimiento oficial de la paternidad y maternidad al nacer la criatura, aquí oficialmente existe un nuevo ser humano, se registra y se integra a la sociedad. A pesar que existen muchos casos de niños no reconocidos, especialmente por el padre, este suceso es lo más natural cuando se produce el advenimiento del niño.

b) La relación de provisión material

Consiste en proveer y satisfacer las necesidades físicas y muchas veces los deseos de tus hijos. Los hijos necesitan alimento, vestido, educación, salud, diversión, deporte y otras necesidades, según la estructura familiar. Esta relación de provisión es la más entendida y aplicada en la crianza, ya que es imposible no reconocer las necesidades de este nuevo ser humano, por ello todos los padres hacen su esfuerzo para suplirla. El problema es que muchos entienden que ser proveedor es dar sólo cosas materiales e ignoran otras necesidades.

c) La relación de provisión emocional

Se refiere a la calidad de la confianza y el afecto que el niño necesita, la confianza de sentirse en un lugar seguro donde puede desarrollar pertenencia, con personas que lo nutren y protegen. Esta es la provisión para el alma: entendida ésta como la voluntad, el intelecto y las emociones y aquí te las explicamos.

1. La voluntad

Es la capacidad de pensar, decidir y actuar; la voluntad se alimenta y provee mediante la instrucción, con la cual se da al niño la información necesaria para interactuar en este mundo a fin de que aprenda a tomar sus decisiones.

Esta información se refiere:

1. A los valores familiares; toda familia debe tener sus estándares de vida y debe ser conocido por todos los miembros, por ello recomendamos que éstos deben estar escritos y colocado en lugares visibles de la casa, estos valores determinan el carácter de la familia.

2. A la información para la provisión de la voluntad: se refiere a las normas y reglas de convivencia y los valores y estándares familiares de conducta que deben ser seguidas por todos, empezando por los padres.

– Ejemplo de valores y estándares familiares: En la familia Montalván cumplimos nuestra palabra, somos responsables, no gritamos, no mentimos, y más.
– Ejemplo de normas y reglas de convivencia: En la familia Montalván el papá tiene X tareas de la casa, la mamá tiene tareas, el hijo1 tiene las Z tareas, el hijo2…, etc.

Cuando hacemos esto, estamos guiando a nuestros hijos correctamente y ellos sabrán el camino por el que deben transitar. Sin embargo, también te tengo una mala noticia, no siempre vas a tener resultados al cien por ciento, la crianza de los hijos siempre nos demandará trabajo, de repetir constantemente nuestras instrucciones, premiar y corregir. Esto ya lo veremos en otra publicación.

 

2. El intelecto

Éste se alimenta con el conocimiento de las cosas del mundo, todo lo que se ha descubierto y que está en los libros, vídeos, estudios del colegio; tú puedes ser un buen maestro o maestra de tus hijos, aquel que motiva emociona con el conocimiento.

Hay una frase que tiene siglos de existencia “la letra con sangre entra”, esta frase ha destruido vidas y mentes, sé que hay algunas personas todavía que creen en ella, pero los estudios demuestran que el método de forzar a un niño para que aprenda, no sólo no logra el objetivo, sino que destruye sus emociones y su capacidad de formar relaciones interpersonales sólidas, especialmente familiares.

Los niños aprenden cuando hay emoción en lo que están aprendiendo y en la forma cómo se les enseña, hay que llamar su atención con algo que le interesa según su edad, para desde allí enseñarle el conocimiento que quieres darle. Por ejemplo, si quieres que tus hijos lean, lee tu primero y luego les cuentas con emoción lo que has leído. De esta manera, atraerás su atención y desarrollarás la lectura en ellos como una forma de vida y no como un hábito repetitivo.

 

“La información con emoción echa raíces en el corazón y la mente de tus hijos”

 

3. Las Emociones

La tercera área del alma. Se alimenta principalmente con la expresión del amor; los padres y madres hacemos muchas cosas por amor a nuestros hijos, como trabajar, esforzarnos muchas horas del día, dormir poco, comer menos, etc. Pero esas actividades no significan mucho para ellos.

Nunca olvidaré lo que una niña de doce años me decía en la terapia:  -mi papá nunca hace nada por mí, sólo trabaja’. Pues porque sencillamente para ella ese amor no era comprendido porque estaba expresado en un lenguaje adulto, la expresión de nuestro amor debe estar en un lenguaje que los niños pueden entender.

¿Sabes de qué formas se siente amado o amada tu hijo o hija?

Las palabras de afecto y las caricias son clave en la vida emocional de los hijos, con ellas podemos construir su vida, darles valor para que ellos mismos se valoren.

Algo que nos sucede a menudo en el centro es que algunos padres y madres recurren a la consulta porque su hijo o hija tiene baja autoestima y me piden que le ayude a desarrollarla dándoles terapia. Yo le respondo que su hijo o hija no necesita psicólogo para ello, lo que necesita es padres que hagan ese trabajo, por lo tanto, la terapia es para ellos, los padres.

 

d) La relación de provisión espiritual

La espiritualidad es inherente al ser humano, ella trasciende la vida personal del individuo hacia algo o alguien más grande e infinito. Varios padres tienen una confesión de fe o religiosa; y si esto es así en tu caso, pues debes guiar a tus hijos en ese camino, enseñarle a fortalecer esa fe y las creencias que tienes como padre o madre. Aún incluso cuando no haya confesión religiosa o tengas creencias particulares (agnosticismo, energía, meditación, etc.). Debes darles un camino espiritual.

Lo más dañino que se puede hacer en este nivel es decir “cuando sean adultos, decidirán en qué creer”. Ellos necesitan también esa provisión espiritual donde le impartirás principios de vida y le ayudarás a desarrollar sus convicciones, para que cuando tú no estés pueda enfrentar los retos que la vida le ponga, que de todas maneras los tendrá.

 

Entonces, ¿estoy haciendo bien mi trabajo como padre o como madre?

Un verdadero padre y una verdadera madre les dan a sus hijos e hijas estas cuatro provisiones, los padres ausentes no. Y ten en cuenta que la ausencia de un padre o una madre no se refiere sólo a su ausencia física, sino también de la falta de interés que les mostramos a nuestros hijos. Así que procura llenar y satisfacer cada nivel de relación explicado aquí.

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¿Necesitas ayuda personalizada?

Como centro psicológico de formación familiar, nuestra prioridad –y especialización- es la familia y las parejas (futuras familias). Tenemos más de 17 años ayudando a fortalecer las relaciones familiares no solo en terapias, sino también brindando nuestros propios cursos, charlas y conferencias en empresas y otras instituciones. Puedes saber más de nosotros aquí!

 

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